Los susurros de un gato bajo el mar. Tus ojos. La distancia de un dia en mi reloj. Tu cuerpo. La proeza de un perdedor. Tus labios. El ronquido de un muerto. Tu pelo. La bondad del demonio. Tú.
Nunca tengo ganas de no soñarte. Y así es como te lo digo, entre dudas moméntaneas y frases que te definen como imposible. Pues así eres, perfección. Modesta y simpática. Alegre y glamurosa. Digna de cualquiera con aires de narcisismo y toques de egoísmo. Insultante como verdad. Verdad como mentira. El mundo. Adorada por los sueños y criticada por la realidad. Así eres, perfección. Un saco de ilusiones para quienes buscan lo dificil dentro de lo difícil y así hasta el infinito. Posible como ideal. Ideal para los conformistas. Adorador y fiel compañero del amor. A veces pretérito y a veces futuro. A veces demasiado.
Perfecto. Nos vemos mañana. Te espero en la esquina entre la calle de los sueños y la avenida de la realidad.
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