Centrándonos en las ofensas, el perdón es un recurso demandado hoy en día debido a la falta de comprensión y empatía dentro del modelo "estándar" de la sociedad. El perdón tal y como nos lo conciben nos aleja de la subjetividad y de la comprensión del pensamiento ajeno. Si yo conozco los motivos y el porqué de las acciones de alguien, no necesitaré el perdón. Pues el perdón reside en la comprensión.
Se ha escrito mucho sobre el supuesto "arte de pedir disculpas" y siempre con una base errónea, todo ello dentro de una doctrina digamos ya nada actual y muy relacionada con la religión y el pecado. Se ha encaminado así a una sociedad mas limitada en pensamiento, menos abierta a la subjetividad y englobando las acciones a estándares comunes.
Estamos entrando en una nueva era, una era repleta de tecnología y avances en todos los aspectos, y deberíamos gracias a ello avanzar también en pensamiento y comprensión con ayuda de los nuevos descubrimientos que nos acercan poco a poco la verdad sobre como funciona y evoluciona el cerebro y nuestro cuerpo.
"Para comprender el gran poder de las emociones sobre la mente pensante —y la causa del frecuente conflicto existente entre los sentimientos y la razón— debemos considerar la forma en que ha evolucionado el cerebro."
Para tener una total libertad de acciones deberíamos comprendernos los unos a los otros partiendo de bases de lógica respetuosa y bien contextualizada, y por supuesto de motivos firmes justificados. En resumen, entender el porqué en sí mismo. Si es así, el perdón no es necesario. Repito, reside en la comprensión.
A modo de ejemplo; si una persona ofende a otra en una discusión, el ofendido debería empatizar y ponerse en la piel del otro, y de algún modo, tratar de comprender las emociones ajenas para así buscar la congruencia. Si la persona está alterada, seguramente dirá cosas no muy razonadamente, dejándose llevas más por el inconsciente. La sociedad de la comprensión deja "fluir" las palabras comprendiendo las emociones ajenas y no les da la importancia que podríamos darle si viéramos las cosas desde un punto de vista menos subjetivo. Entiende que la persona ha dicho lo dicho sin intención de decirlo. Aunque puede que no lo sepa del cierto, lo importante es que la intención es puesta en duda. Y esa es una de las bases del perdón, ausente en la definición de la R.A.E. La intención. Para la sociedad de las disculpas, el perdón es necesario debido a la incomprensión de que las emociones pueden distorsionar la intención. Si comprendemos que las emociones negativas afectan a las acciones, comprenderemos también que en parte afectan a la intención. No necesitando así el perdón de la persona, pues ya comprendemos que la intencionalidad ha sido nublada por las emociones. No siempre está clara la intencionalidad, como es lógico es un proceso interno y subjetivo, pero mantener la calma y dialogar una vez las emociones son neutras es un paso básico para resolver cualquier conflicto.
Nuestras emociones influyen en lo que hacemos y decimos. Es por eso que debemos empatizar con el estado emocional de los demás a la hora de juzgar, no simplemente tratar de ver lo "externo". Ese es uno de los errores mas comunes en la sociedad de las disculpas.
Como vemos las acciones siempre van precedidas de una emoción, por lo que habrá que tener muy en cuenta el estado emocional de la persona a la hora de comprender sus acciones.
La sociedad de la comprensión es aquella que nos depara el futuro, pero para ello hay que empezar a educarla desde abajo; la inteligencia emocional enseñada desde pequeños nos llevará a una sociedad menos conflictiva, mas tranquila, mas firme, mas serena, mas segura. Una sociedad que puede resolver conflictos de un modo mucho mas dialogante y como no, comprensivo.
A modo de esquema:
Emociones ---> Intención/Acciones ---> Resultado.
Como vemos las acciones siempre van precedidas de una emoción, por lo que habrá que tener muy en cuenta el estado emocional de la persona a la hora de comprender sus acciones.
La sociedad de la comprensión es aquella que nos depara el futuro, pero para ello hay que empezar a educarla desde abajo; la inteligencia emocional enseñada desde pequeños nos llevará a una sociedad menos conflictiva, mas tranquila, mas firme, mas serena, mas segura. Una sociedad que puede resolver conflictos de un modo mucho mas dialogante y como no, comprensivo.